Recomendaciones de Bromatología ante casos de botulismo en el país

Días atrás, la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) dio a conocer casos de botulismo en personas por consumo de alimentos.

El Área de Bromatología y Saneamiento recomienda a la población no adquirir alimentos como conservas o chacinados que no estén habilitados por la autoridad sanitaria correspondiente.  Solo se deben adquirir aquellos que cuenten con Registro Nacional de Productos Alimenticios (R.N.P.A.) o registros de SENASA.

El botulismo alimentario es una enfermedad grave que surge después de ingerir la toxina preformada presente en alimentos contaminados con la bacteria Clostridium botulinum.

El botulismo alimentario se adquiere por ingestión de alimentos en los que se ha formado la toxina producida por la bacteria, principalmente por falta de higiene previo o posterior al envasado o por contaminación durante su uso.

El calentamiento a temperaturas superiores a los 80ºC durante 10 minutos no es efectivo para evitar la enfermedad ya que solo destruye la toxina, pero no las esporas, teniendo en cuenta que estas sobreviven a temperaturas de 100°C por varias horas.

La toxina botulínica no se puede ver, oler ni sentir mediante el gusto, pero ingerir tan sólo una pequeña cantidad de alimentos contaminados puede ser mortal. Entre los alimentos comúnmente asociados a esta enfermedad se encuentran las conservas caseras preparadas en el hogar sin las debidas precauciones. Esto se debe a que las condiciones en que se producen favorecen el desarrollo de la bacteria.

Los alimentos que han estado asociados a casos de botulismo son los escabeches, humus, arrollados de carne, jamón crudo y aceites de cocinas con hierbas.

Las cinco claves para prevenir enfermedades transmitidas por alimentos son:

• mantenimiento de la higiene;
• separación de alimentos crudos y cocidos;
• cocción total;
• mantenimiento de los alimentos a temperaturas seguras;
• utilización de alimentos y agua seguros.